Últimamente se habla mucho acerca la obligación de obtener un certificado energético para los inmuebles pero, ¿en qué consiste este certificado y para qué sirve? ¿Cómo se obtiene? ¿Es realmente obligatorio?
En este artículo te aclaramos todas estas cuestiones.
El certificado energético es, básicamente, un documento que informa sobre el consumo de energía de un inmueble. Dependiendo de lo eficiente que sea la vivienda, se le otorga una calificación similar a la que ya estamos habituados a ver en los electrodomésticos. La etiqueta energética clasifica con la letra A y en color verde los edificios más eficientes y con la letra G y color rojo los menos eficientes.
La normativa se aplica en todos los países de la Unión Europea y se enmarca dentro de las medidas destinadas a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera. En España es obligatoria la certificación energética para los edificios de nueva construcción desde el año 2007.
En las viviendas y locales construidos con anterioridad es obligatoria para poder vender o alquilar. Los anuncios de compraventa o alquiler de inmuebles deben mostrar la etiqueta energética junto al resto de información. Cuando se produce la venta, se debe hacer entrega del certificado original al nuevo propietario. En el caso de alquiler, el inquilino debe tener una copia de la etiqueta energética.
Para obtener el certificado hay que contactar con una empresa acreditada, que enviará a un técnico habilitado para tal fin. El técnico visitará el edificio y tomará los datos oportunos para emitir el documento. En el informe se incluirá, además de la etiqueta, un listado con posibles mejoras para la calificación de la vivienda.
VALIDEZ CERTIFICADO ENERGÉTICO
El certificado energético tiene una validez de 10 años. Pasado ese tiempo, si se desea vender o alquilar la vivienda o local será preciso obtener un nuevo certificado actualizado.
Es importante saber que no es necesario obtener una etiqueta con una calificación energética determinada para poder vender o alquilar. El documento es simplemente una nota informativa necesaria para los compradores o inquilinos.
Sin embargo, lo mismo que sucede con electrodomésticos como frigoríficos, equipos de aire acondicionado, lavavajillas, lavadoras, sistemas de climatización... una buena calificación que demuestre la eficiencia energética es un valor añadido que influirá positivamente tanto en el precio como en las posibilidades de venta o alquiler del inmueble.
Como excepción, algunos inmuebles, como monumentos, edificios de valor histórico, destinados al culto religioso... no necesitan disponer de este certificado. En el resto de casos, las sanciones por incumplimiento oscilan entre 300 y 6.000 euros.
Para conocer con más detalle la normativa sobre la certificación energética de edificios, puedes consultar el artículo 2 del Real Decreto 235/2013.
Imagen: http://www.freedigitalphotos.net
Autor: ddpavumba
Artículos Relacionados:
- Aprende a interpretar la etiqueta de tu aire acondicionado
- Mantenimiento del Aire Acondicionado: ¿cómo garantizar la calidad de la climatización?